miércoles, 29 de marzo de 2006

No, no es que haya abandonado el blog: es que estaba muy agobiao con muchas cosas que tengo que hacer. Aún lo estoy, la verdad, pero me pongo otra vez en esto porque he recibido una avalancha de súplicas (dos, y es más de lo que esperaba) para que volviera al tajo. Y, también, es que no sabía por dónde empezar después de tan largo silencio. Pero el otro día estuve en uno de esos recitales de poesía a los que me invita mi amigo Quique y, como ya en un post anterior os conté mi experiencia en uno de esos actos, pues he pensado que podría aprovecharlo para reengancharme.

Pues, señor, que recibí una vez una invitación para asistir a un recital de poetas andaluces de ahora, cinco, para ser exactos, todos poco o mal afeitados, ya digo que reunidos allí por Quique, que se los había traído del sur y que nos había mandado a nosotros, público potencial, uno de sus correos electrónicos masivos. Yo os confieso que asistí porque para mí es un prestigio figurar en las listas de correo de este chico, y procuro asistir al menos a una de cada cinco convocatorias para que no me borre.
Calculo que esa proporción (una de cada cinco) es el mínimo para no ser borrado de tan exquisita lista. ¿Tú sabes lo que farda -en según qué ambientes- decir: "Oh, es que Quique es amigo personal"?

Yo me pregunto si puede haber algún amigo que no sea amigo personal, porque a ver qué clase de amigo va a ser si no, pero me lanzo a utilizar frases hechas como esta porque no voy a estar a toda hora inventando frases ingeniosas. Y sin embargo, eso, inventar frases ingeniosas, parece ser que lo hacen mucho los poetas. Lo digo porque en el recital este del otro día, aunque -todo hay que decirlo- hubo hasta un soneto, con sus rimas y todo lo que debe tener un soneto, pues hubo un momento en que los poetas andaluces de ahora se lanzaron a un torneo a ver quién hablaba más y de forma más graciosa sobre vacas lecheras. Yo estaba allí pensando que entre los poemas revolucionarios del Quique y los poemas agropecuarios de estos chicos, pues ya no sabía nada sobre poesía. Ahora mismo estoy oyendo Suspiros de España, cantado por DOÑA CONCHA, y me tienta pensar que va a ser esta la mejor poesía que conozco.

Total, que en pleno combate vacuno va y un chaval de estos nos lee un poema basado en la frase ORDEÑO Y MANDO, que es un bonito juego de palabras, vale, pero que me dejó pensando que qué diferencia habrá entre eso y una actuación de Tip o de Les Luthiers. Porque si de juegos de palabras se trata, yo también sé. Ahí va uno, sin ir más lejos: "Antes escribía en este blog, puntualmente, una vez por semana. Ahora lo he dejado, o sea, que he perdido la costumbre, es decir, he sufrido un DESPRENDIMIENTO DE RUTINA". Y ahí va otro: "A mi hijo aún no le han salido los dientes. No es que sea tonto: es que padece cierto RETRASO DENTAL".

No es mala leche: es perplejidad. Que conste que al final me compré un libro de poesía andaluza contemporánea por sólo 10 euritos, pero solamente porque Quique me estaba mirando. Y más que hubiera comprado, si fuera necesario para permanecer en el top ten de la lista de Quique. ¡Qué sacrificios no habrá que hacer por mantener el statu quo cultural!

Pues eso. Bienhallados y hasta la próxima.