miércoles, 21 de marzo de 2007

Me dijeron unos amigos que mi colección de discos era asistemática, y con eso me dejaron frito. No contentos con ello, fueron y la misma noche añadieron que el mejor post de este blog era aquél en el que hablaba de la muerte de mi padre. Dijeron, nada menos, que estaba un nivel por encima del resto. No me informaron de a cuánto está el nivel, en valoración literaria, pero me dejaron con eso pensativo. Al día siguiente, cabizbundo y meditabajo y hojeando el manual de Ética del instisusto, me encontré con una cita de Aristóteles en la que dice que la parte mejor del hombre es la parte seria, y no la que se dedica a la broma y a la risa. Así que, juntando todas estas piezas, llegué a ver clarito, antes que nada, que mis amigos estaban hechos unos peripatéticos de tomo y lomo. Eso mola: más vale tener amigos cultos que tenerlos ignorantes. Lo segundo que vi es que, si ellos eran así como acababa de descubrir que eran, iba a tener que dejarme de tonterías y ponerme serio para mostrar la mejor parte de mí y que no me tuvieran por menos. Con razón me preocupaba, y también os preocuparíais vosotros si, como me pasó a mí, los que os dijeran todas esas cosas fueran gentes de pro que hasta tienen publicaciones y todo. Eso quizá no os impresione y digáis que vosotros, publicaciones, también tenéis. Vale, pero yo no me refiero a que tengáis el periódico de hoy encima de la mesita del salón, no: yo me refiero a libros con su nombre en el lomo. Vamos, que los han escrito ellos, por decirlo a las claras y speaking in silver, que se dice en inglés con tres palabras.

Pero Aristóteles también dijo que estaba bien y era justo que hubiera esclavos, y que la mujer era un ser inferior, de donde se deduce que entonces, en Atenas, no se celebraba el 8 de Marzo. Conocí una chica italiana que ese día recibía flores, como en la canción de Cecilia. Hago la comparación porque ambas cosas me parecen la mar de cursis. Total, que el filósofo es como la cigüeña, que se equivocaba, y a pesar de todo yo tengo la canción de Cecilia en mp3. Así somos, qué le vamos a hacer, y no será la primera vez que en este blog confiese que soy un ser tremendamente contradictorio.

Pues el caso es que si tengo que hacer posts un poco más serios, como aquel que les gustaba tanto, voy a tener que enseñar las vergüenzas, porque no encuentro nada más serio que contar que todo lo que nunca me he atrevido a decirle a nadie. Y, sin embargo, si no lo digo por alguna razón será. Por alguna razón será que me ando siempre por el lado cómico y me río de esto y de aquello, y sostengo que el humor, como dijo aquél, es una cosa muy seria y es un prejuicio eso de que lo serio es mejor que lo cómico. Por alguna razón será que nos pasábamos los fines de semana de cuando éramos jóvenes sentados en las mesas de los cafés hablando de política, de libros y de religión, y mirábamos por encima del hombro a los que se iban a bailar, pero yo miraba a la vez por encima del hombro y con envidia, porque no me divertía y no me divierto y sentía que la vida se me pasaba y se me pasa sin disfrutarla mucho. Por esa misma será que me pongo a recordar y me arrepiento de no haberme divertido más y de haber hecho más caso a Aristóteles que a Aristipo (¡toma cultura de sobrecillo de azúcar!), y también de haberme mirado tanto en el espejo sin quererme y de haberle dado tantas vueltas a las cosas, total, para al final no llegar a nada y concluir que no debo ser tan listo como dicen, porque parece ser que la mejor inteligencia no es la más seria, sino la que más te acerca a la felicidad. Debería juzgar los niveles de una por los de la otra, pero no me atrevo a hacerlo. Pero sí me llega -puñetera ella- para saber que no sería justo echarle la culpa a ningún griego, ni tampoco a ningún judío ni cristiano, sino a uno mismo que, para colmo, ya no es judío, griego ni cristiano.

Por esa misma será, pues, que hay cosas de las que no quiero acordarme y prefiero escribirme unas risas a ponerme trascendental, hablar del tiempo a hablar de mí y contar un chiste a contar la verdad.

Pero, claro, la cara es el espejo del alma y la verdad es como el suro, así que buscad, buscad, que cosas muy serias seguro que se encuentran en este inagotable tesoro de ingenio y gracia que es el archivo de Informe Semanal.

Por cierto: bienvenidos todos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Qué alegría estar aquí otra vez!!

Pues no hace falta que hagas posts más serios por lo menos para mí. Supongo que tus amigos te dirían lo del nivel superior porque fue bastante impactante. No todos los días alguien saca una bola interior de esas a la luz pública... Pero no creo que ni ellos ni nadie pudiera hacerlo cada semana. Y además, si lo mostraras todo... ¿qué te quedaría para tí? ¿Qué te quedaría para contar a alguien a quien quisieras contar lo que nunca has contado a nadie?
Pues eso, que me gusta el blog tal y como es.

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