sábado, 7 de agosto de 2010

¡Política! (3)

La crisis, decía, nos ha puesto a todos muy serios, y hasta a mí me han entrado ganas de arrinconar el tono "de espuma de champán" -que dijo alguien- que de suyo tiene este blog y pasarme, por un momento, a considerar cosas más graves. Y, como decía en el otro post, cosas a la vez más propias de cada uno, pues en esto de la política me parece a mí que cada uno, cuando habla, monologa, y ved, si no, esas supestas tertulias de la radio en las que, una de dos, o asistimos a una serie de monólogos, uno detrás de otro, o a un gran monólogo -es lo que pasa en esas en las que todos piensan lo mismo- en el que cada uno de los recitadores se ocupa de un fragmento.

A mí me preocupan las palabras, porque en política suelen ser mentira o venir con malas intenciones. Otras veces son, simplemente, torpes. Es lo que pasa cuando los que mandan quieren reducir al mínimo el riesgo de que nos enfademos todos por las subidas de impuestos: no entiendo por qué ellos mismos, que están interesados en aliviar el golpe, se empeñan en hablar de "presión fiscal", con lo mal que queda esa palabra: que a nadie le gusta estar sometido a presión, y queda feo decir que quien está por encima de mí me somete a ella. Pues, eso, que me pregunto por qué se empeñan en decir "presión" cuando podrían decir "contribución fiscal", máxime cuando creo -lo siento- que de eso se trata: de contribuir, que es algo bonito o que, cuando menos, ofrece algún sentido. Me explico: me preguntaba un alumno un día si no me parecía a mí que las pirámides de Egipto eran uno de los mayores, si no el mayor, logro de la Humanidad. No le di allí mismo mi opinión porque no me parece bien llamar tonto a nadie, ni en privado ni en compañía. No me lo parece, confieso, lo de las pirámides. Yo lo veo así: un rey, que asegura ser un dios, emplea durante muchos años todos los recursos productivos de su reino en construirse una tumba monumental. Me cuesta creer que eso sea lo más que ha logrado la Humanidad. Cosas mucho peores ha hecho, ciertamente, pero espero que también las pueda hacer mejores. Para mí, el mayor logro de la Humanidad consiste en haber llegado a la conclusión de que la comunidad política -a las familias se les supone- debe asegurar que a sus miembros no les falte nada esencial, y que debe atender de modo especial a los más débiles. Sé que hay objetivos más completos y brillantes, pero tiendo a desconfiar, por sus resultados, de las utopías. Llamémosle a eso, por ejemplo, Teoría del Estado del Bienestar. Ya se sabe: los mayores logros no suelen ser los más espectaculares, y cómo vamos a comparar un ambulatorio de la Seguridad Social con la pirámide de Keops. Pero es que ésta fue pensada para albergar los restos de un tirano y en aquél se cura a los niños y a los ancianitos. Pues eso -por volver al tema- se paga con impuestos, y es bueno, y por eso decía que no entiendo que los defensores de los impuestos se refieran a ellos como "presión" cuando podrían decir "contribución". Todos lo entenderíamos mejor. Pero la política, ya se sabe, se juega a menudo en el terreno del vocabulario.

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