jueves, 20 de octubre de 2005

Hay mañanas en las que uno no debería bajarse del blog. Por ahí fuera, en el mundo analógico, te acechan sorpresas de todo tipo. A veces, si te descuidas, hasta puede ser que te emociones. Pero, ¡perdón!, que aún no os he saludado ni nada, con lo que a mí me gusta recibir como Dios manda a mis visitantes. Pues, eso, hola a todos y ¿cómo están ustedes?, pregunta que inevitablemente me lleva a pensar en el gran Chinarro, que estaba magnífico en la aventura del notario y el testamento de la tía Beva. ¡Perdón!, que me estoy yendo otra vez. Os decía que el mundo analógico tiene todo esto tan extraño de las emociones, que son algo que a nosotros los bloggers, que somos un poco freakies, siempre nos deja off-side. La interacción con nuestro entorno es la asignatura pendiente de los que, como yo, nos refugiamos en estas soledades cibernéticas. Lo hacemos porque aquí podemos vivir en un pequeño mundo totalmente sometido a nuestro control. Por ejemplo, ahora que no se me ocurre nada que poner, pues cojo y paro un poco la máquina, pienso, escribo y falseo luego la fecha y la hora. Total, después parecerá que todos los mensajes los escribo de un tirón y tan puntualmente como si desayunara Special-K. Pero en el mundo que hay al otro lado de mi blog no es posible hacer estas cosas.

Creo que se llamaba Josué el que paró el sol, pero aquello fue un caso excepcional y no creo que se repita fácilmente. Por otra parte, yo nunca pediría algo tan espectacular porque es mejor pasar desapercibido. Eso es algo que aprendes en la mili, y es tan cierto que yo lo sé aunque no la haya hecho. A mí me hubiera bastado en esta vida con detener el tiempo unos segundos, lo mínimo necesario para pensar un réplica brillante antes de que la chica se fuera. Después se hubiera ido igualmente, claro, porque ya se sabe que con una réplica ingeniosa no se va a ningún sitio, y menos a la cama con la chica, pero al menos me hubiera quedado la satisfacción de haber salido del paso con brillantez. Por eso, para alteraciones del mundo analógico me quedo con las del cine. Por ejemplo, que por picarte una araña te pongas increíblemente cachas en una sola noche, con el único coste de un poco de fiebre y el expediente de la picadura, que eso sí que es duro, con el asco que me dan a mí los bichos. Una vez me trepó por un brazo una cucaracha de las rojas y todavía hoy, cuando me acuerdo de aquello, doy gracias a Dios por que aún no había comido. Cuando veo una cucaracha por casa es que le vacío encima todo el frasco de matabichos, pero todo, todo, de manera que mueren ahogadas antes que envenenadas. Ellas no lo saben, pero puedo deciros que si las cucarachas llevaran flotador encontrarían en mi casa el paraíso.

Ya digo que a mí me gusta pasar desapercibido y siempre he pensado que si tuviera que elegir entre ser rey y ser primo del rey preferiría ser el primo. Hago esta comparación porque también soy caprichoso y comodón y supongo que el primo del rey se tiene que pegar una vidorra de aúpa. Porque no me voy a poner a elegir entre ser el esclavo y ser el primo del esclavo. Eso ya me da lo mismo, porque ser esclavo tiene que ser bien poco emocionante. Por cierto, que de emociones analógicas iba yo a hablar y casi se me va el santo al cielo. Pues sí, que resulta que yo me inserto en la realidad gracias al instituto en el que trabajo, y hoy me ha pasado algo que me ha parecido emocionante. A mí, las emociones me desequilibran. De normal los adolescentes son de tal calaña que le entran a uno ganas de encerrarse en su CPU y volverse para siempre un ser cibernético, como Pipo. Como Lara Croft no, que estará buena, de acuerdo, pero tanto ajetreo es que no es vida para mí. Y sin embargo a veces pasan cosas como la de hoy, que tienes una charla con uno de ellos y hasta le coges cariño. Esta mañana, cuando estoy saliendo de allí deseando meterme en mi blogosfera, uno de estos chavales viene y me pregunta que si le llevo a casa porque se va a poner a llover de un momento a otro y yo le digo que sí, que me pilla de camino. El angelito es uno que está casi a punto de que lo encierren en un correccional por varias proezas que tiene aquí firmadas. Yo le digo "Ponte el cinturón" y me responde "Sí, maestro". Y habla que te habla me cuenta cosas que no voy a deciros aquí porque hay puentes entre mi mundo digital y el mundo real del chico que no se deben cruzar. Cuando lo dejo en la puerta de su casa aún hablamos un rato más con el motor parado. Luego se baja del coche y se despide diciéndome "Adiós, maestro" y yo de repente me quedo clavado en la sucia butaca de mi coche porque, mientras lo veo alejarse, el adolescente que prefiero no tener en clase se está convirtiendo ante mis ojos en un pobre niño que con menos de quince ya tiene un futuro muy chungo. Y no es más que un niño que me está pareciendo más pequeño cuanto más se acerca a la puerta de su casa, donde debería haber alguien esperándole con la comida preparada. Y como no estoy seguro de que lo haya, arranco el coche y me vengo a casa deprisa a bajar películas que no pienso ver.

Gracias a Dios por Internet. Besos a todos.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Creo que me voy a divetir siguiéndote la pista, colega. Seguro que has sido boy scout. Ahora te pones en plan sensible con los marginados, pero seguro que no das palo al agua para hacer algo por ellos. ¿Qué harás por el chico este de tu instituto? Seguro que nada de nada. Luego irás a la parroquia a contarlo y te parecerá que eres lo más solidario del planeta. Patético. Retiro lo que dije y sigue escribiendo, que me voy a reir.

MsNice dijo...

Pues sí que es Josué, que yo me acuerdo que sale en la procesión del corpus, con una espadita y un sol de lata, y se queda posando como un "Aquí estoy yo, mírenme todos"

Recomendación: Los artículos de Javier Marias de estas semanas en el Pais Semanal sobre la educación y la logse y lo que pueden y no pueden y lo que querrian y lo que les está vetado hacer los profesores... en fín, enseñar.

Anónimo dijo...

Hola J.L. acabo de leer de un tiron todos tus informes, reconozco que hasta ahora no tenia muchas ganas, pero es que tenía otras cosas en la cabeza aparte de ojos, orejas, pelo (eso algunos no), dientes (eso otros tampoco).
Ahora hago el firme propósito de leer todos tus informes cual funcionario aplicado leyendo el BOE, aunque sea por encima, antes de la laxa hora del almuerzo,y, por supuesto, despues de haberse leido de cabo a rabo el Marca, que siempre hay prioridades,por favor. Y, aunque a mi sí me gusta el futbol, he de reconocer que los diarios deportivos y muchos programas televisivos-radiofónicos al respecto son de cutrez 5 estrellas y el opio del pueblo y de la ciudad junto a los grandes hermanos, aqui hay tomates, y programas de semejante enjundia, (admito que en ocasiones yo tambien me he opiado, que no se si es correcto, pero da menos susto que en ocasiones ver muertos).
Bueno, broder (ahora ya sabes quien soy), espero leerte pronto. Con respecto a lo del viaje ya te contare cosas y en cuanto a lo de la comida puede que la china sea mas refinada, pero a veces lo sencillito es lo mejor. Un trozo de pan, tomatito y jamoncito del bueno... y que se quite de en medio la revolución cultural.
Un saludo. Hasta lueg.

Anónimo dijo...

A ver si por fin el servidor éste me deja registrarme.

Anónimo dijo...

¡Me ha dejado, me ha dejado! Y ahora tendría que decir algo de interés, ¿no? Pues no se me ocurre..